dimecres, 8 de desembre del 2010

Libertad

6:00 am, acabo de despertarme porque no tenía más ganas de dormir, ya había dormido bastante. El zumo estaba malo, igual que las noticias de la radio; cada vez más guerras sin un por qué y más atentados en Iraq. Decido apagarla, no soporto que todos los titulares destruyan al mundo. Acabo de beberme todo el zumo de naranja, aunque estuviera malo, era la única cosa decente que quedaba en la nevera para beber. Decido salir a la calle con una chaqueta por encima del pijama y con las zapatillas en forma de gato. Hoy me siento libre, ¡por fin! Ya iba siendo hora de notar esta sensación de poder ir por la calle tal y como yo quisiera, sin necesidad de que nada ni nadie me lo impidieran, por fin podía despeinarme con el viento, que me sobren diez centímetros de pantalón y pueda pisármelos, que puedo salir a la calle con mi almuerzo en las manos mientras me lo como. Puedo salir a la calle y quedarme quita mientras la lluvia me recorre todo el cuerpo sin necesidad de que la gente me mire mal. Ya decía yo que algn día me tocaría disfrutar a mí de una vez por todas, ya era hora.
Cuatro de la tarde, acabo de subir a mi habitación y te veo en la ventana del lado, hablando por teléfono, y cuando cuelgas te noto preocupado. Me cuesta hablarte, por eso preparo un papel en el que escribo "Are you OK?" Haces cara de estraño buscando un papel en el que contestarme, pero no lo encuentras y abres la ventana, al ver ese gesto decidí abrir la mía también aunque me costara hablar y justo cuando empezaba a abrirla tu voz surgió "Yeah, I'm ok.. problems with my girlfriend, I think.." Puse cara de sinceridad, una cara estraña que nunca antes había visto y con una voz tímida te dije "Oh, yes I, I understand you. Bye, I'm going to study", fue entonces cuando cerré la ventana de un golpe y fingí estar estudiando mientras me caía una lágrima del ojo derecho y en la mejilla izquierda había otra refrescándomela, pero él nunca se interesó por mi, él siempre estaba hablando con su chica por teléfono e incluso a veces le iba a visitar y yo, sin poder contenerme, los miraba y me echaba a llorar. Pero estaba harta de todo esto y decidí que debía decidirme de una vez por todas a hacer lo que siempre pensé que debía hacer; decirle toda la verdad. Así que me saqué todas las lágrimas que quedaban en mi rostro y cogí un permanente y en un papel blanco, arrugado escribí "I love you".